EL ARCHIVO DEL UNGA
Yo soy Diógenes el Can. reconozco a los que dan, ladro a los que no dan, y a los malos los muerdo.
¡Muchos te alaban, eh! ¡Pues yo que mal he hecho!

viernes, 3 de agosto de 2012

DIALOGOS CON DIOS



Con Mefistófeles, hablando del hombre.

-Mefistófeles.- El raquítico dios de la tierra sigue siendo igual de calaña y tan extraviado como en el primer día. Un poco mejor viviera si no le hubieses dado esa vislumbre de luz celeste, a la que le da el nombre de razón y que no utiliza sino para ser más bestial que toda bestia. Se me figura, dicho sea con perdón de Vuestra Señoría, uno de esos cigarrones de largas patas que sin cesar vuelan y saltan volando y cantan invariablemente en le hierva su vieja cantinela. ¡Menos mal si pudiera estarse quieto en la hierba! No hay inmundicia donde no meta la nariz.

-El Señor.- ¿Nada más tienes que decirme? ¿Has de venir siempre a inculpar? ¿Nunca hay para ti algo bueno en la tierra?

- Mefistófeles.- No, Señor, encuentro lo de allá tan deplorable como siempre. Lástima me dan los hombres en sus días de miseria, y hasta se me quitan las ganas de atormentar a esa pobre gente.

-El Señor.- ¿Conoces a Fausto?

- Mefistófeles.- ¿El Doctor?

-El Señor.- Mi siervo.

-Mefistófeles.- Es un insensato. ¡Singular manera tiene de serviros, a fe!...

-El Señor.- Te equivocas. En medio de su vago impulso el hombre bueno sabe discernir el recto camino.

-Mefistófeles.- ¿Qué apostáis? Aun le perderéis si me das licencia para conducirlo poco a poco en mi camino.

-El Señor.- En tanto que viva sobre la tierra, no te sea vedado. El hombre yerra mientras tiene aspiraciones… pues bien, séate ello concedido. Desvía de su origen este espíritu…

-Mefistófeles.- Así os lo agradezco, porque con los muertos nunca me ha gustado meterme. Prefiero las mejillas carnosas y frescas. No me vengan a mí con cadáveres. Me pasa lo mismo que al gato con el ratón. Perfectamente; sólo que no durará mucho ésto. No paso el menor cuidado por mi apuesta si me salgo con la mía permitidme que a mis anchas goce yo de mi triunfo. Tendrá que comer polvo, y con delicia, como mi prima la famosa serpiente.

-El Señor.- Puedes aparecerte, pues también a tu albedrío. Jamás odié a mis semejantes. De todos los Espíritus que niegan, el burlón es el que menos me molesta. Harto puede fácilmente relajarse la actividad del hombre y éste no tarda en aficionarse al reposo absoluto. De polo a polo. Por esta razón le doy gustoso un compañero que, debiendo obrar como diablo le incite y ejerza influencia sobre él, es un Ángel y vosotros verdaderos hijos de Dios regocijaos en la espléndida belleza viviente, por eso te doy la anámnesis. QUE LO EVOLUTIVO, que perpetuamente obra y vive os circunde con dulces barreas de amor, sindéresis, y lo que se cierne en el aire cual flotante aparición, dadle fijeza con pensamientos duraderos. El cielo se cierra y los ángeles se dispersan.

-Mefistófeles.- Estando ya solo dice: De tiempo en tiempo pláceme ver al Viejo, y me guardo bien de romper con él. Muy linda cosa es, por parte de todo un gran Señor, el hablar tan humanamente con el mismo diablo.

p.d. Tengo la fortuna de consultar el texto el Fausto de Goethe, publicado en 1924 por la Universidad Nacional de México siendo Director de la Secretaría de Educación Público el Lic. José Vasconcelos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario